POSTAL...

...DE MUERTO QUE ACUSA DESDE SU TODAVÍA
por Jorge Falcone

En ocasión de la Marcha Popular de repudio al fusilamiento de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki.

Cada vez que el operador da la orden de play
como si secretamente sonara un
levántate y anda
conglomerados de señales electromagnéticas
se organizan para encarnarte,
y volvés a acusar,
eterno en tu todavía
(que es pasado y,
a veces, no).
Erguís el cuerpo
sostenido sobre un codo, y
reconocés que ese lugar
nublado por los gases,
adonde los desconocidos te miran desgarrados,
es -efectivamente-
la Estación de Avellaneda.
Entonces el pecho se te incendia
como en una póstuma y feroz angina
y querés gritar
(pero estas mudo):
¿Acaso no me ven?
¿Acaso no se nota
que el caño de la Itaka
apunta horizontal?
¿Acaso no estoy solo
rodeado en este instante
de (encargados del orden)...?
Hacia el rewind,
perplejo y agónico,
espera Maxi
tu mano solidaria.
Hacia el forward,
un comisario embustero
-que nunca tendrá paz-
te arrastra como a una bolsa y
te palpa como a un ratero...
Eterno en tu todavía,
volvés y volvés,
a decirnos:
Pedimos pan y
traen la guerra.
Ellos
siempre han sido
los fundadores de la violencia.-












































































































































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